domingo, 16 de enero de 2011

Encuentro

Llegando a la esquina del instituto, oí una voz familiar.
-Sogee!
Al girarme, vi a una chica. Era rubia, con el pelo liso pero ondulado, recogido en una coleta y con un mechón sujeto con una pinza detrás de la oreja. Le quedaba de maravilla. Su piel era blanca con una pequeña tonalidad rosa, y sus ojos azules se escondían detras de unas finas gafas.
-Hola Sheila!
-¡Anda que esperas eh!
-Jajaja lo siento.
Se despidió de su madre con un beso en la mejilla y un "hasta luego", y me acompañó hasta un banco al lado de la puerta del instituto.
Allí nos encontramos con todas las demás.

Beatriz, la chica más alta del grupo, hablaba con las demás sobre no se qué de un partido de baloncesto.
Era rubia, pero de un rubio más oscuro que Sheila; sus ojos eran también azules y llevaba lentillas. Al vernos, nos saludó con una cara de sueño y de felicidad.
Begonia, que seguramente acababa de llegar, dejó su mochila en el banco y se apoyó en el respaldo.
Tenía el pelo negro y unas facciones típicas sudamericanas. Se colocó las gafas y nos saludó.
Estaba también Alejandro, con su siempre pelo castaño peinado hacia delante y sus ojos marrones mirándonos con inquietud.
Había también unas chicas del otro curso y más a lo lejos todos los chicos hablando ruidosamente sobre temas que no pienso escribir :P

Llegaron también dos chicas hablando. Una de ellas llevaba el pelo recogido en una cola de caballo y unas gafas moradas; se llamaba Sara. Marina, que se estaba quitando el gorro blanco de lana, nos saludó con un "holaa" sonoro y vivo. Era morena, menuda y en general, muy mona.
-Buenos días! -dijo Alex-.
-Hola!
-Jo que rollo otra vez lunes.
-Ya ves..
No nos dio tiempo a hablar más, ya que la sirena del instituto, que recordaba a la de una cárcel,  sonó ruidosamente y nos indicó con su grave y ronca voz que entráramos de una vez.

Subimos todos las escaleras, cada uno a su correspondiente clase, y al llegar a la primera planta Sheila y yo nos despedimos de Bea y Bego, que iban al Trinity.
Sheila y yo subimos hablando sobre las navidades y el turrón duro, al llegar a la puerta del aula de informática, nos sentamos en el suelo esperando a que llegara el profesor.
Al otro lado de la puerta, dos chicos mayores que nosotras hablaban sobre.. la verdad no me acuerdo sobre qué.
Daniel, un chico de primero de la eso llegó y se sentó en el otro lado del pasillo, no sin antes saludarnos con un movimento de cabeza. Se puso a jugar con unas peonzas esperando a que llegara su amigo Roberto.
Al escuchar unos característicos pasos, nos levantamos y recogimos las mochilas, esperando a que llegara el profesor.

El profe Antonio llegó y nos saludo con su vozarrón. A primera vista daba la impresión de ser un hombre serio, con su barba marrón y sus gafas; pero una vez le conocías, descubrías que tenía la mentalidad de un niño :)
Llegaba con su cartera negra y buscando las llaves del aula, y disculpándose por la tardanza con la excusa de que no encontraba aparcamiento.
Entramos todos en la clase y nos sentamos cada uno en frente de su ordenador. Aprovechamos al máximo los diez minutos de internet que nos dejaron y después nos pusimos manos a la obra.

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